Doggerland era una masa de tierra que conectaba Gran Bretaña con Europa continental y que desapareció bajo el Mar del Norte después de la última edad de hielo. Los humanos vivían en estas tierras fértiles donde se encontraban múltiples recursos y animales.
En Doggerland, encarnas un clan alrededor del año 15.000 a. C. y tu objetivo es expandir tu clan para dejar un rastro de su existencia en los siglos venideros.
Los jugadores tienen que aumentar su población, hacer artesanías, pintar murales en cuevas, levantar megalitos para los dioses y (sobre todo) sobrevivir a los rigores de las estaciones. Para ello, tienen que explorar el territorio circundante y adaptarse a los recursos a su disposición.
Este territorio se diferencia en cada juego gracias a las fichas modulares. En cada ronda, los jugadores deben programar sus acciones y luego llevarlas a cabo. Las acciones variarán según los recursos disponibles, su abundancia o escasez en su aldea, y también según las acciones y reacciones de lo que otros jugadores hayan elegido. A medida que pasa el tiempo, los recursos se acabarán y los clanes deberán migrar para encontrar lo que necesitan para su desarrollo y supervivencia.
En cada clan, los jugadores cuentan con un líder que aporta múltiples bonificaciones y un chamán que permite acciones poderosas y únicas gracias a su conocimiento y magia.
Después de 6-8 temporadas, gana el clan con más puntos.
